1. -- Carmen Mele, OP <cmeleop@yahoo.com>

2. -- Jude Siciliano, OP <frjude@judeop.org>

 

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1.
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Queridos lectores:  Espero que todos hayan sido reanimados por la celebraci? de la Pascua.  Ciertamente la gente que nos escucha necesita palabras vigorosas y sensatas para navegar por la bulla de este mundo a la paz y gozo eternos.

 Durante este tiempo de Pascua quiero enfocar en la primera lectura.  Por seis domingos seguidos este a? la lectura es tomada de los Hechos de los Ap?toles.  Contiene perspectivas formativas para nosotros y nuestros escuchadores.  Espero que la reflexi? sobre nombres de esta homil? de modelo demuestra algo del beneficio de utilizar las lecturas no evang?icas. 

La paz de Cristo sea con ustedes, Carmelo, O.P.

CUARTO DOMINGO DE PASCUA

21 de abril de 2024

(Hechos 4:8-12; I Juan 3:1-2; Juan 10:11-18)

Como siempre las lecturas de la misa hoy son interesantes.  Digo ?siempre? porque son la ?palabra de Dios? que nos instruye, conforta, y reta.  Las tres lecturas ahora tienen que ver con nombres.  En la lectura de los Hechos de los Ap?toles Pedro dice que el enfermo se cur??en el nombre de Jes? de Nazaret?.  El evangelio reporta que Jes? le da a s?mismo el nombre del ?Buen Pastor?.  Y la segunda lectura el presb?ero Juan llama a s?mismo y la comunidad que tiende ?hijos de Dios?.  Vale investigar la relevancia de estos nombres a nuestras vidas hoy en d?.

En la Biblia se supone que un nombre revela la esencia de la persona. Abraham, recordamos de una lectura hace algunos domingos, quiere decir ?padre de muchas naciones?.  Eventualmente por Jesucristo Abraham se ha hecho el patriarca espiritual de gentes en todas partes del mundo.  Es apto que el nombre del Hijo de Dios es ?Jes??, derivado de ?Josu?que significa ?salvador?.  Jes? salva al mundo de sus pecados.

Sin embargo, los disc?ulos reconocen en Jes? m? que un salvador.  Ellos tratan el nombre ?Jes?? con el respeto que los jud?s reservan para Dios.  Recordamos c?o Dios revel?su nombre a Mois? en el arbusto ardiente como ?Yo soy quien soy?. Seg? los medievales, este nombre indica que Dios es fuente de todo ser.  Los rabinos en los primeros siglos del cristianismo dec?n que este nombre es tan sagrado que no se deba hablarlo con la voz.  Por eso, los jud?s siempre sustituyen el nombre b?lico para Dios con algo m? cotidiano como ?el Se?r?. 

En el Nuevo Testamento San Pablo dice que ?al nombre de Jes? se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos? (Fil 2,10).  Esta frase indica que desde solo unos pocos a?s despu? de la crucifixi?, los cristianos lo consideraron de la misma estatura de Dios.  El hecho de que los primeros cristianos bautizaron ?en el nombre de Jes?? tambi? indica su trascendente importancia.

Llamando al nombre de Jes?, los ap?toles hicieron proezas como curar al paral?ico en la lectura hoy.  Se ha observado que la ?ica vez en todo el NT que se usa el nombre ?Jes?? sin ning? otro apelativo ocurre en la crucifixi? seg? San Lucas.  Todos recordamos como el llamado ?buen ladr?? dice al Se?r: ?Jes?, acu?date de m?cuando vengas a establecer tu Reino?.  Y recibe la respuesta tal vez m? tranquilizadora en toda la historia humana: ?Yo te aseguro que hoy estar? conmigo en el para?o?.

En el evangelio Jes? se pone a s?mismo otro nombre, el ?Buen Pastor?.  Este nombre sugiere que Jes? dar? su vida para salvar a su pueblo de los merodeadores.  Por supuesto, hizo exactamente esto.

En la segunda lectura, el presb?ero Juan propone un nombre para sus lectores.  Dice: ?Hermanos m?s, ahora somos hijos de Dios??  Deber?mos considerar a nosotros partes de esta familia.  Somos ?hijos de Dios? por ser bautizados en el nombre del Padre, Hijo, y Esp?itu.  Como los otros hijos de Dios, estamos destinados a ser semejantes a nuestro hermano mayor, Jes?.  Y como ?, no deber?mos tener ning? reacio pedirle ayuda a Dios: Padre, Hijo, o Esp?itu Santo. 

Tal vez tengamos dificultad creer durante este tiempo cuando las preocupaciones con el yo ciegan a muchos al Dios que los ama.  Tenemos que llamar a Dios para ayudarnos ver m? all?que el destello de oro y la fantas? de auto importancia.  Tambi? es posible que estemos agobiados con preocupaciones de enfermedad o falta de recursos.  Asimismo, tenemos que llamar a Dios por nombre.  Sea ?Padre?, ?Jes??, o ?Esp?itu Santo? Dios siempre es listo de atender nuestras s?licas.

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2.
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"PRIMERAS IMPRESIONES"

IV DOMINGO DE PASCUA (D)
21 de abril de 2024

Hechos 4: 8-12; Salmo 118;
1 Juan 3: 1-2; Juan 10: 11-18

por Jude Siciliano

Queridos predicadores:

?Has notado con qu?frecuencia rezamos los salmos... al menos algunos de nosotros? Monjas, monjes, sacerdotes, di?onos rezan los salmos, muchos salmos, todos los d?s. (Se llama Oficio Divino. El libro de oraciones que llevan con esos Salmos se llama Breviario). Pero ?qu?pasa con el resto de nosotros, los cat?icos? Algunos oran los salmos cuando hacemos retiros, otros toman su Biblia diariamente para orar uno o dos salmos como parte de su oraci?. ?Eso nos describe? ?Es eso lo que hacemos?

Cuando se le pregunt? "?Cu?tas lecturas de las Escrituras hay en sus celebraciones eucar?ticas?" tendemos a decir: ?Dos en la misa diaria, tres los domingos?. Note que generalmente no contamos la respuesta del salmo (?Salmo Responsorial?) a las primeras lecturas. Yo sugerir? que, para algunos, los salmos sean tratados como una forma de escritura de segunda clase, no tan importante como el resto de los libros b?licos.

Como resumen: hay 150 oraciones en poema que llamamos "Los Salmos". Est? divididos en cinco libros (Salmos 1-41; 42-72; 73-89; 90-106; 107-150). La numeraci? particular puede variar. La divisi? en cinco partes es una imitaci? del Pentateuco, los primeros cinco libros de las Escrituras hebreas. Se utilizaban en entornos lit?gicos y para oraciones personales, y todav? se utilizan. Los padres de Jes? le habr?n ense?do los salmos. Los salmos que llamamos ?salmos responsoriales? frecuentemente se ponen en ambiente musical para nuestras celebraciones lit?gicas.

Cada vez que venimos a Misa, los domingos y entre semana, as?como para bautismos, funerales y bodas, hay al menos un salmo en cada servicio. Hay Salmos de alabanza, acci? de gracias, petici?, confesi? de pecado y lamento. Son oraciones po?icas y, por lo tanto, se adaptan a muchos estados de ?imo, necesidades y hambres humanas. Puede encontrar un salmo para expresar su estado de ?imo y sus necesidades del d?.

?Te diste cuenta del Salmo responsorial despu? de la primera lectura de hoy? Fue tomado del Salmo 118 y es un salmo de acci? de gracias (apto para orar m? que solo el d? de Acci? de Gracias). Puede expresarnos, o incluso estimularnos, a la acci? de gracias y, si es necesario, hacernos conscientes de nuestro Dios todo amoroso y de los dones que Dios nos da a diario. El Salmo 118 tiene 29 versos. Nueve han sido elegidos como respuesta a nuestra primera lectura de los Hechos de los Ap?toles. Nos centraremos en los nueve elegidos, pero para una lectura m? completa, ?por qu?no va a su Biblia y ora el Salmo 118 completo del Libro de los Salmos?

Como oraciones po?icas, los salmos pueden tocarnos, como lo hace la poes?, a un nivel m? profundo que las palabras ordinarias. Pueden ayudarnos a frenar, a estimular nuestra imaginaci? para jugar con diferentes palabras e im?enes. Entonces, por ejemplo, para tomar una palabra del Salmo 118 de hoy, ?d?de y ante qui? acudimos en busca de ?refugio?? ?Como hacemos eso? ?C?o es Dios nuestro refugio?

Los salmos nos alientan a hacer una pausa sobre una palabra o imagen; hacer preguntas; explore los sentimientos que despierta el salmista; poner una mirada amorosa en Dios. No nos limitamos a leer un salmo y pasar al siguiente, como cuando leemos un documento hist?ico o informativo . Podemos abordar un salmo desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, ?c?o escuchar? y orar? este Salmo una persona joven, una viuda, un reci? casado, un anciano enfermo, etc.? Intente rezar el salmo teniendo en mente uno de ellos.

El Salmo 118 lo reza una persona agradecida. Hay alrededor de 20 salmos de acci? de gracias; algunas son personales, otras son oraciones agradecidas de la comunidad. Los salmos de acci? de gracias parecen rebosar de alegr? y receptividad. La persona que reza un salmo de acci? de gracias parece sorprendida por Dios. Podemos sentir ese asombro y sorpresa cuando el salmista ora: ?Por el Se?r se ha hecho esto; es maravilloso a nuestros ojos?. Los salmos de acci? de gracias construyen una relaci? de gratitud con Dios. ?No sucede eso cuando alguien nos hace un favor o nos sorprende con un regalo que no nos hemos ganado y nuestra ?ica respuesta es: ??Gracias??

La primera lectura incorpora un vers?ulo del salmo de hoy: ?La piedra que desecharon los constructores se ha convertido en piedra angular?. (Hechos identifica a Jes? como aquel que sufri? fue rechazado y luego exaltado por Dios). El salmo nos anima a nosotros y a la comunidad a dar gracias por las maravillas de Dios y, cuando sea necesario, a buscar refugio en Dios, que es digno de confianza y no fallar? a nosotros. ?Es mejor refugiarse en el Se?r Dios?? Observe c?o el salmo usa repeticiones. ?Dad gracias al Se?r??, dirigido a la comunidad (verso inicial y final), y ?Te dar?gracias porque me has respondido?, dirigido a Dios. Al repetir, el salmista hace lo que hacemos cuando queremos enfatizar un punto importante, repetimos o usamos palabras similares para el mismo prop?ito.

El reconocimiento agradecido de los dones de Dios nos lleva a la Eucarist?, nuestra oraci? comunitaria de acci? de gracias. (La palabra griega ? eucharistes ? significa dar gracias.) ?Por qu?o a qui? debemos dar gracias en nuestra celebraci? de hoy? Los dones de la creaci?; nuestra familia; comunidad eclesial; comida suficiente; buena atenci? m?ica, etc.? Y, al orar nuestro salmo de gracias, tambi? somos conscientes de los que no tienen comida; cuidado de la salud; seguridad para sus familias; empleo, etc. El salmo de gracias despierta nuestra conciencia de los dem? en nuestro mundo que no tienen y nos desaf? a preguntar: "?C?o puedo ayudarlos para que ellos tambi? den gracias a Dios?"

Haga clic aqu? para obtener un enlace a las lecturas de este domingo:
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042124.cfm